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Fortalecer el sistema inmune para evitar infecciones respiratorias, enfermedades y otros problemas de salud está dentro de las tareas más difíciles en el mundo actual. Si no aprendes a minimizar los riesgos, incluso un sistema inmune fuerte puede no ser capaz de lidiar con todas las amenazas. Es por eso que hemos preparado una guía de hábitos que pueden ayudarte a mantenerte saludable todos los días.

Es esencial entender que el diablo está no solo en los detalles, como dice el dicho, sino también en la rutina. Así como lo ves, la gente lleva a cabo un gran número de actividades sin ponerse a pensar en ellas. Existe un inmenso poder en aprender sobre los hábitos correctos y en descartar los incorrectos. ¿Cuáles pueden ayudarte a evitar una consulta médica? Sigue leyendo para descubrirlo.

Higiene personal

Mantener una higiene personal adecuada es el factor más importante para evitar enfermedades e infecciones respiratorias. Por eso es fundamental lavarse las manos siempre que sea posible y convertirlo en un hábito, en especial mientras estás en el trabajo o luego de usar el transporte público. Actos cotidianos como tocar manijas y barandales o estrecharse las manos son bastante riesgosos de por sí, pero si no te lavas las manos para minimizar el riesgo de contraer una infección respiratoria, estás abriéndole la puerta a los problemas. También es importante recordar que evitar infecciones y mantener un cuidado adecuado de la salud se consigue con las pequeñas acciones. Cortar las uñas es un buen ejemplo. No tienes idea de la cantidad de cosas desagradables que pueden esconderse debajo de las uñas si no las cuidas. No permitas que algo tan insignificante comprometa tu sistema inmune; corta tus uñas cada que sea necesario.

Las vacunas previenen infecciones

Una vez que llegamos al final de nuestra niñez, ya nos hemos vacunado contra varias enfermedades. Pero es importante tener en cuenta que, además de las vacunas obligatorias, existen otras adicionales que podemos aprovechar. Por ejemplo, la vacuna de la influenza es opcional y debe administrarse con regularidad1, ya que los virus cambian y evolucionan. Revisa tus antecedentes de vacunación para conocer qué vacunas ya tienes y cuáles puedes administrarte.

No permitas que las infecciones respiratorias avancen

Existen dos errores comunes que las personas cometen cuando están enfermas. O dejan de medicarse cuando comienzan a sentirse mejor, o salen de sus hogares. Ambas conductas son imprudentes. Siempre debes terminar de tomar el medicamento prescrito y quedarte en casa hasta que te hayas recuperado al 100%, incluso si ya no te sientes mal. Se recomienda mantener distancia hasta que tengas la certeza de estar completamente saludable. Esto es por el bienestar de las personas que te rodean y por tu propia salud. Hasta que no te hayas recuperado completamente, puedes tener virus inactivos dentro ti, así que no les des la oportunidad de recobrar fuerzas y no pongas a los demás en riesgo.    
Implementar estos sencillos 5 hábitos, garantiza que seas mucho menos propenso a contraer una infección respiratoria y ¡le quitará mucho estrés a tu sistema inmune!

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